La nueva era de la RC: ¿Son las pólizas combinadas la respuesta adecuada?
- Seguro Visión
- hace 2 días
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El auge sostenido de los seguros de Responsabilidad Civil (RC) y D&O (Directors & Officers) ha marcado una nueva etapa para el mercado asegurador europeo. En países como España, el número de reclamaciones en tribunales vinculadas a estos riesgos ha ido en aumento, reflejando no solo una mayor judicialización de los conflictos comerciales y corporativos, sino también una creciente conciencia empresarial sobre la importancia de estar correctamente cubiertos frente a potenciales demandas.
En este contexto, ha comenzado a tomar fuerza una interrogante estratégica para aseguradoras, corredores y clientes: ¿conviene optar por pólizas combinadas que integren RC y D&O, o es preferible mantenerlas separadas?
Las pólizas combinadas prometen mayor eficiencia administrativa, simplificación en la gestión y precios potencialmente más competitivos. Al agrupar coberturas bajo un mismo paraguas, algunos argumentan que se mejora la trazabilidad del riesgo y se optimiza la experiencia del asegurado, especialmente para pymes y empresas medianas.
Sin embargo, expertos del sector advierten sobre ciertos riesgos y desafíos que este tipo de soluciones conllevan. Entre ellos, los límites compartidos entre coberturas distintas, la posible ambigüedad en las condiciones generales, y el impacto de siniestros cruzados que podrían agotar rápidamente los montos asegurados.
“Una póliza combinada puede ser atractiva en términos de costos iniciales, pero hay que evaluar con mucho cuidado los escenarios de acumulación de riesgos y los vacíos que podrían generarse en la interpretación de responsabilidades”, señala un especialista legal del sector.
Por su parte, las grandes corporaciones tienden a preferir pólizas individuales, más adaptables a las complejidades de sus operaciones y con estructuras de reaseguro más claras. Pero para empresas de menor tamaño, la solución combinada aparece como una alternativa accesible que permite contar con protección esencial sin una carga financiera excesiva.
En definitiva, no existe una única respuesta válida. La decisión dependerá de factores como el perfil de riesgo de la empresa, su historial de reclamaciones, el nivel de exposición de sus directores y administradores, y la asesoría técnica que reciba al momento de contratar.
Lo que sí es claro es que el mercado de la responsabilidad civil está cambiando de forma acelerada. Los clientes están más informados, las reclamaciones aumentan, y los productos deben adaptarse a esta nueva realidad. La clave estará en diseñar coberturas que realmente respondan en los momentos críticos, sin importar el formato bajo el cual se presenten.
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