Rentas vitalicias y seguros complementarios de salud: las grandes estrellas del mercado asegurador chileno en 2025

A medida que 2025 llega a su fin, el mercado asegurador chileno puede hacer un balance claro: ha sido un año marcado por el protagonismo de dos productos que concentraron el interés de las personas, las compañías y los intermediarios. Por un lado, las rentas vitalicias, que vivieron un renacer impulsado por el contexto previsional y financiero; y por otro, los seguros complementarios de salud, que consolidaron su crecimiento como una necesidad cada vez más valorada por los chilenos.

El regreso protagónico de las rentas vitalicias

Durante 2025, las rentas vitalicias volvieron a posicionarse como uno de los productos más relevantes del mercado de seguros de vida. El escenario de tasas de interés más atractivas, junto con una mayor estabilidad en los mercados financieros, permitió a las compañías ofrecer pensiones más competitivas, lo que despertó nuevamente el interés de quienes se pensionan.

A esto se sumó un factor clave: la búsqueda de certeza y estabilidad de ingresos de por vida. En un contexto de alta longevidad y mayor preocupación por el riesgo de vivir más años con pensiones insuficientes, la renta vitalicia volvió a ser percibida como una alternativa sólida, especialmente para quienes valoran la previsibilidad y la eliminación del riesgo de inversión.

Este renovado dinamismo se reflejó en un mayor número de cotizaciones, asesorías previsionales más activas y un creciente protagonismo de las aseguradoras de vida, que reforzaron su oferta y capacidades técnicas para responder a una demanda en alza.

Seguros complementarios de salud: de beneficio a necesidad

Si las rentas vitalicias fueron la estrella previsional del año, los seguros complementarios de salud brillaron con fuerza en el ámbito de la protección cotidiana. En 2025, este tipo de seguros dejó definitivamente de ser percibido como un beneficio accesorio para transformarse en una herramienta esencial de protección financiera frente a los altos costos de la salud.

El alza sostenida en copagos, prestaciones no cubiertas y tiempos de espera en el sistema de salud impulsó a personas y empresas a buscar soluciones que permitieran reducir el gasto de bolsillo y acceder a una atención médica más oportuna. En este escenario, los seguros complementarios —tanto individuales como colectivos— experimentaron un crecimiento significativo, especialmente en planes con mayor flexibilidad y cobertura ambulatoria.

Las empresas, por su parte, reforzaron estos seguros como parte de sus estrategias de atracción y retención de talento, mientras que los trabajadores valoraron cada vez más contar con una protección adicional que complemente a Fonasa o Isapre.

Dos productos, una misma tendencia de fondo

Aunque responden a momentos distintos del ciclo de vida, rentas vitalicias y seguros complementarios de salud comparten un denominador común: la búsqueda de certeza, protección y tranquilidad. En un entorno de mayor incertidumbre económica, envejecimiento de la población y presión sobre los sistemas de salud y pensiones, los seguros volvieron a demostrar su rol clave como herramientas de gestión de riesgos personales y familiares.

Un cierre de año que anticipa continuidad

Todo indica que el protagonismo de estos productos no se agotará con el cierre de 2025. Las rentas vitalicias seguirán siendo un pilar relevante del debate previsional, mientras que los seguros complementarios de salud continuarán creciendo, impulsados por una demanda cada vez más informada y exigente.

Así, 2025 quedará registrado como el año en que las rentas vitalicias y los seguros complementarios de salud se consolidaron como las grandes estrellas del mercado asegurador chileno, reflejando una industria que responde —y se adapta— a las necesidades reales de las personas.