El liquidador de seguros: la figura clave cuando el seguro se vuelve realidad
- Seguro Visión
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En el mundo de los seguros, la verdadera prueba de valor de una póliza no ocurre al momento de su contratación, sino cuando se produce un siniestro. Es precisamente en ese momento crítico cuando emerge una figura fundamental del sistema asegurador chileno: el Liquidador de Seguros. Su rol es decisivo para que la promesa del seguro se materialice de manera justa, oportuna y transparente.
Un actor esencial en la cadena aseguradora
El liquidador de seguros es el profesional encargado de investigar, evaluar y determinar las causas, circunstancias y consecuencias económicas de un siniestro, así como de establecer si este se encuentra cubierto por la póliza y cuál es el monto de la indemnización que corresponde pagar. En Chile, su función está regulada y supervisada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), lo que garantiza estándares técnicos, éticos y de independencia.
Lejos de ser un mero trámite administrativo, la labor del liquidador implica un alto nivel de conocimiento técnico, jurídico y pericial, especialmente en siniestros complejos como incendios, riesgos industriales, transporte, ingeniería, responsabilidad civil o grandes eventos catastróficos.
Donde el seguro se hace tangible
Para los asegurados, el liquidador representa el punto de contacto más relevante en un momento de alta vulnerabilidad. Es quien traduce el contrato —muchas veces técnico y extenso— en una respuesta concreta frente a una pérdida real. Su trabajo permite que el seguro deje de ser una promesa en papel y se transforme en reparación, reposición o compensación económica.
Una liquidación bien realizada no solo resuelve un siniestro, sino que protege la confianza en el sistema asegurador, reduce conflictos, evita judicializaciones innecesarias y contribuye a la percepción de justicia y transparencia por parte de los clientes.
Equilibrio entre asegurado y aseguradora
El liquidador cumple un rol técnico e imparcial, actuando como un equilibrador natural entre los intereses del asegurado y de la compañía de seguros. Su independencia profesional es clave para asegurar que la indemnización sea coherente con las condiciones de la póliza y con los daños efectivamente sufridos, evitando tanto abusos como pagos indebidos.
En este sentido, su función también es estratégica para las aseguradoras, ya que una liquidación profesional y objetiva protege la solvencia del sistema, fortalece la reputación de la industria y promueve buenas prácticas de gestión de riesgos.
Un rol cada vez más exigente
El contexto actual plantea nuevos desafíos para los liquidadores de seguros en Chile. El aumento de siniestros asociados a eventos climáticos extremos, la mayor complejidad de los riesgos, la digitalización de procesos y las crecientes expectativas de los clientes exigen mayor especialización, rapidez y capacidades tecnológicas, sin perder el rigor técnico ni la independencia.
Asimismo, el fortalecimiento de los derechos de los consumidores y el mayor escrutinio regulatorio refuerzan la importancia de contar con liquidadores altamente calificados y comprometidos con los principios de transparencia y profesionalismo.
Pilar de confianza del mercado asegurador
En definitiva, el liquidador de seguros es una pieza clave del engranaje asegurador chileno. Su trabajo permite que el seguro cumpla su finalidad esencial: otorgar certeza y protección cuando ocurre lo inesperado. Reconocer y valorar su rol es también fortalecer la confianza en la industria y en el seguro como herramienta fundamental de protección patrimonial y social.